Sucede que me canso
y apenas respiro,
que me abandonan las fuerzas
y me abraza la melancolía.
Sucede que tengo
y quiero más,
que aún no es suficiente para mí...
ni para tí.
Sucede que por más que quiera,
aún no te entiendo...
ni tú me entiendes,
que busco cosas donde no las hay,
que espero cosas que nunca llegarán.
Sucede que vivo en mi mundo
lleno de sueños,
de recuerdos y deseos,
pero sucede que despierto,
y no es sólo mío...
sino también tuyo.
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Sucede que te siento,
pero estás lejos;
sucede que estás aquí,
pero no estás.