El óxido corroe almas cegadas por la envidia y el egoísmo,
o quizás son sólo sentimientos efímeros
que abruman y entorpecen sus corazones.
Huyo del abismo a lugares donde no pueda ser atrapada
por ese aire tóxico que podría envenenar mi alma.
Me adentro entre mares de pureza
y me dejo ahogar por las olas del amor.